Si en el dormitorio de los mayores ya es importante tener decoración en las paredes que de un toque de color y personalidad a la estancia, en las habitaciones infantiles esto es totalmente fundamental. Y es que esa es una buena manera de hacer el cuarto más agradable, a la vez que desarrollamos el gusto del niño y la creatividad.
En este sentido, una idea que me chifla es la de enmarcar sus propios dibujos, como vemos en portada (con marcos Nyttja de 4’99 euros). Puedes pedirle que seleccione los que más le gustan entre su colección para colgarla en una de las paredes. Pero además, podemos combinarlos con cuadros infantiles diferentes, de temática variada.
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Mis cuadros infantiles más queridos son sin duda los que se inspiran en la imaginación y los cuentos clásicos, como los dos que vemos abajo de la serie Bild. Además, algunos de los personajes retratados existen en versión peluche Ikea: ¡a los peques les encantará tener a sus amigos también por las paredes! Cuestan, respectivamente, 4 y 7 euros.
Aunque uno de mis elementos favoritos para colgar de la pared de un pre-adolescente es el mapamundi. Les enseña geografía, abre su curiosidad, y pocas cosas hay más bonitas que la Tierra. El cuadro Premiar, en tela de gran calidad, y de 200 x 140 cm cuesta 99 euros.