20 señales de que eres un verdadero fan de Ikea

«No es amoooor, lo que tú sientes, se llama obsesióooououon» Si alguna vez alguien te ha cantado eso al oído mientras entrabas en Ikea, no hay duda, lo tuyo es una verdadera adicción a la multinacional sueca. Lo bueno es que no estás solo.

Ikea es lo que se conoce como una «love brand», una marca con la que la gente se identifica y a la que le coge cariño, más allá de su uso funcional. Y una buena prueba de ello es que existan blogs como este.

En todo caso, por si aún tienes alguna duda, aquí te dejamos 20 señales que reconocerás si eres un verdadero fan de Ikea.

1. Alguna vez te dijeron que tu casa parecía un catálogo Ikea. Te lo tomaste como un cumplido, claro.

2. De hecho, aproximadamente el 50 60 75% de los muebles de tu casa son de esta multinacional.

3. Y vas como mínimo una vez al trimestre. Aunque no quieras comprar nada, solo para mirar.

4. Una vez alguien te dijo: «Si claro, porque mi plan ideal para un sábado por la tarde es pasármelo metido » y te tuvo que explicar que era un sarcasmo. ¡A ti te parece un plan genial!

5. Has buscado las albóndigas suecas para hacer la receta en tu casa. Pero prefieres tomarlas en el restaurante de la tienda.

6. Te sabes el nombre de memoria de todas las series. Vale, quizá no de todas, pero desde luego no te conformas con conocer la Lack y la Billy, como el común de los mortales.

7. Cada vez que vas a un bar y reconoces un mueble Ikea le dices a todo el mundo: ¡Mira, esto es de Ikea! Lo mismo en las tiendas, en los hoteles, y hasta en las películas en medio del cine.

8. Te sentiste muy triste cuando se anunció la desaparición de la Expedit. Tanto, que te hiciste fan en facebook de «Salvemos a la estantería Expedit».

9. Y nunca les perdonarás que hayan dejado de enviarte el catálogo por correo postal.

10. Aún así, tienes todos los de los últimos años guardados en casa.

11. Y en julio te metes de forma compulsiva en la página americana solo porque sabes que su catálogo sale antes.

12. En tu viaje a Suecia, incluiste en tu itinerario a Almhult, como quien no quiere la cosa.

13. Te parece que hasta montar los muebles tiene parte de encanto… (Salvo cuando estas en faena que descubres que en realidad lo odias. ¡Pero pronto lo olvidas de nuevo!).

14. Has utilizado telas Ikea para hacerte tu propia ropa.

15. No te llevas los lápices Ikea a casa… ¡tienes ya tantos que no sabes qué hacer con ellos!

16. En el  Smaland de tu tienda ya conocen el nombre de tu niño…

17. Has probado todos los «tuneos» que encuentras por Internet, aunque el resultado no es siempre como esperabas.

18. No necesitas seguir las flechitas del suelo porque conoces todos los atajos y nunca JAMÁS te pierdes.

19. Tienes un cajón de casa con todas las tuercas y tornillos que no has usado. Y un estante del armario repleto de velas, farolillos y otras fruslerías que en realidad no usas.

20. No te parece que el resto de las señales tengan que ser, por fuerza, una exageración.

Y ahora, cuéntanos: ¿eres un comprador ocasional o un yonki de Ikea?